Montse
Gisbert, ilustradora y autora de libros infantiles, conseguía
con la publicación 'Salvador Dalí, píntame
un sueño' ganar el tercer premio al mejor libro editado
del año 2003.
'La
«receta mágica» para la elaboración
de un buen libro de este género, en dónde
se presenta la obra y en este caso, la personalidad también
de un artista, no creo que exista, pero lo que sí
sé es que cuando uno se pone a cocinar y quiere preparar
algo muy bueno, tiene que tener mucho apetito, mucha hambre
! Hambre de descubrir, aprender y, más tarde, de
transmitir lo que a ti te ha cautivado, lo que ha producido
en ti emociones, chispas en los ojos y en el corazón'
Ángeles
Llorca Díez - Redactora
Jefe -
¿Qué
le llevó a dedicarse profesionalmente a la ilustración
infantil?
La necesidad de salir del « cocoon » del artista,
de compartir, de que esta forma de expresión encontrase
un receptor y la necesidad de darle unos ojos y un corazón
a ese receptor.
Un día abrí una puerta y metí mi nariz,
corría una brisa llena de colores y me dejé
llevar. Con mi pluma dibujé unas nubes y las palabras
empezaron suavemente a gotear. Un espectáculo maravilloso
estaba a punto de empezar
Asistí fascinada
al encuentro entre Monsieur Texto y Madame Imagen, desde
entonces he seguido siempre los destellos de su Amor.
¿Cómo
llega a convertirse en docente en Bruselas?
Gracias a un impulso del corazón en un momento donde
la posición de la luna era incierta y gracias (otra
vez)a uno de esos encuentros que le dan a tu vida una o
otra dirección y que acaban produciendo pasiones,
pasiones como la de descubrir, aprender, enseñar
y compartir.
¿Enseñar
a ilustrar, tiene la dificultad añadida de contar
con la creatividad de los alumnos?
Creo que toda persona tiene un « cajón »
de creatividad escondido en alguna parte. A veces puede
que esté muy escondido y puede que encontrarlo y
abrirlo no sea tarea fácil. Lo importante es hallar
el camino que nos lleve a él para poder al fin abrirlo
y dejar salir las ideas. Para ello existen métodos,
ejercicios prácticos para « provocar »
la creatividad. Empiezo las clases así, proponiendo
una serie de ejercicios de creatividad que contribuyen a
desarrollar la imaginación, para que el alumno sepa
desde el principio, desde el primer día de clase,
que es capaz de poner en práctica su creatividad,
por sí mismo, sin ayuda o enseñanza previa.
Así ya no puede salirte un día con la típica
frase : « Es que yo no tengo imaginación »
porque a demás esto nadie puede afirmarlo, todo el
mundo posee, está dotado de imaginación, lo
importante es abrir el « cajón » de nuestra
creatividad y dejar salir las ideas sin prejuicios ni vergüenzas,
después, la misión consiste en saber alimentarla.
¿Cómo
prefiere que la consideren, escritora o ilustradora, o ambas?
En general, más bien buscadora de emociones. A veces
pintora de palabras y otras escritora de imágenes,
aunque desde ese encuentro maravilloso al que asistí
ese día lleno de nubes lluviosas de palabras y mecidas
por una brisa cargada de colores, desde ese encuentro mágico
entre Monsieur Texto y Madame Imagen
una separación
entre ellos se revela hasta ahora para mí, inimaginable.
¿Cuales
son sus fuentes de inspiración?
Mi inspiración viene de lo cotidiano de la vida,
de lo que el día a día me aporta y me enseña,
de lo me hace reír, de lo que me hace sufrir, de
lo que admiro y de lo que detesto. Se alimenta del mundo
real, de la fascinación por los gestos de la vida
y de la gente. Los personajes que me rodean son mis referencias,
forman parte de mi universo, mi familia, mis amigos, el
panadero o el farmacéutico del barrio y también
el conductor de autobús
Quizás
ilustrar temas infantiles cuenta con la ventaja de ser observados
por mentes abiertas a la imaginación pero, ¿considera
que sus libros pueden ser para adultos y para niños
?
Desde el momento en que seamos capaces de dibujar sonrisas
cómplices en los ojos del receptor
Desde el
momento en que podamos crear momentos mágicos y transmitir
emoción
Por qué levantar muros o interponer
barreras ? Acaso nosotros, « los adultos »,
deberíamos negarnos esos momentos de placer, viajes
introspectivos llenos de recuerdos de momentos de vida,
descubrimientos de otros mundos donde la emoción
es color y donde las palabras nos susurran historias bellas
que nos hacen soñar con los ojos abiertos y nos hacen
crecer alas, tantas como las páginas de un buen libro
?
«
Salvador Dalí, píntame un sueño »
ha ganado el tercer premio al mejor libro editado del año
2003, ¿dónde cree que está la clave
para llegar de esta manera a los lectores ?
La « receta mágica » para la elaboración
de un buen libro de este género, en dónde
se presenta la obra y en este caso, la personalidad también
de un artista, no creo que exista, pero lo que sí
sé es que cuando uno se pone a cocinar y quiere preparar
algo muy bueno, tiene que tener mucho apetito, mucha hambre
! Hambre de descubrir, aprender y, más tarde, de
transmitir lo que a ti te ha cautivado, lo que ha producido
en ti emociones, chispas en los ojos y en el corazón
Todo esto realzarlo, poniéndolo en evidencia algunas
veces, otras susurrando pistas al oído del lector.
Darle los medios para que éste descubra el universo
que queremos comunicar, que llegue a la sensibilidad de
cada lector de la misma manera, con la misma fuerza e intensidad
que te llegó antes a ti.
'Las
pequeñas (y grandes) emociones de la vida', ¿una
manera de comprender mejor al ser humano ?
En primer lugar, un intento de traducir en imágenes
esos conceptos, emociones y sentimientos que nos mecen desde
que nacemos y que van surgiendo poco a poco a lo largo de
nuestras experiencias cotidianas y de las relaciones con
los demás. Son esas cosas inmateriales, que no se
ven pero que se sienten intensamente en el corazón.
En segundo lugar un intento de dar a cada emoción
una definición entre tantas
para comprenderlas
mejor, para reconocernos en ellas, para abrir un camino
de reflexión y discusión entre el adulto y
el niño, pero también entre el adulto y el
adulto o entre el niño y el niño
¿Qué
aprende de sus dibujos y sus textos?
Todo cada vez ! Cada libro es un « empezar de nuevo
», es sentir de nuevo ese vértigo casi insoportable
y redescubrir la magia del gesto creativo. Aprendo que la
concepción y creación de un trabajo es una
expresión íntima que busca compartir, una
expresión que busca el contacto directo con todo
receptor, pequeño o grande
Me maravillo cuando
un buen día, personajes y colores inundan mi cabeza
de imágenes convirtiéndose en un baile carnavalesco
y me maravillo aún más cuando esos personajes
y colores surgen poco a poco de la punta de un lápiz
o de una pluma dejándose cosquillear más tarde
por mis pinceles. Aprendo que el color puede ser sentimiento.
Aprendo que lo pequeño, los detalles que no ocupan
mucho lugar, pueden hablar fuerte. Aprendo que un susurro
a veces puede decir más que mil palabras. Aprendo
que una historia cuando se para a reposar sobre las páginas
de un libro ya no es solamente tuya, está sumisa
a tantas apreciaciones e interpretaciones como lectores
haya y ésto, también es maravilloso. Aprendo
que la historia de amor entre el texto y la imagen conlleva
caricias pero también peleas y pese a ello, como
una pareja de enamorados, se necesitan el uno al otro, separados
no podrían vivir, se complementan y se ayudan el
uno al otro a ser, a existir