CARMELA Y
MONTSE, PREMIO SERRA D'OR DE ILUSTRACIÓN:
"No
nos gusta diferenciar entre libros para adultos y libros para
niños".
Son
un caso extraño de profetas en su tierra. Las valencianas
Montse Gisbert y Carmela Mayor llevan, de hecho, varios años
viviendo en el extranjero, pero el reconocimiento como ilustradoras
lo han conseguido en España. Ha sido con un precioso librito
para niños "Les endevinalles de Llorenç", publicado
el año pasado por la editorial valenciana Tàndem dentro de
su colección El Tricicle. Con él se han llevado hace
un par de meses el premio de ilustración Serra d'Or que concede
la editorial barcelonesa Abadía de Montserrat.
Carmela y Montse iniciaron sus estudios de Bellas Artes en
la rama de pintura en la Facultad de Valencia. "El
último año", explica Carmela, "lo hicimos becadas en
Bruselas, y a partir de ese momento nos quedamos allí".
Son cinco años ya los que ambas llevan en la capital de Bélgica,
trabajando en una academia donde dan clases de ilustración.
"Bueno, tampoco es una formación completa en ilustración;
es más bien un taller, no hay casi clases teóricas", aclara
Montse.
El caso es que pese a la tradición que el cómic y la ilustración
tienen en el país de Tintín, la pareja de valencianas ha encontrado
más dificultades que otra cosa a la hora de trabajar allí
exclusivamente como ilustradoras. "La primera vez que vas
con tu book a una editorial no te van a coger, porque como
tú hay un montón. Esa es la parte triste, el tener que ir
con tu book bajo el brazo. Vas una, dos,tres veces, y a la
tercera ya te has desanimado. Hay editoriales que reciben
un solo día al mes a todos los ilustradores. ¿Te imaginas
el plan?". A pesar de estos inconvenientes, las ventajas
de vivir en Bélgica también afloran en la conversación: "Lo
bueno que tiene Bruselas es que te llegan muchas cosas de
fuera: Alemania, Italia, Francia... Tienes una influencia
directa. Hay además una educación por parte de los padres
hacia los hijos, consumen muchos libros infantiles".
La conversación llega así al tema de
los libros infantiles. En esta cuestión ambas son tajantes:
"A nosotras no nos gusta hacer la diferencia entre si un
libro es para niños o para adultos. Eso es una tontería".
De hecho, consideran que el buen libro infantil debe entrarles
por los ojos primero a los padres, que son después de todo
quienes van a comprarlo. No obstante, Carmela se muestra preocupada
por un posible divorcio entre los gustos de los niños y de
los ilustradores especializados: "A veces me pregunto,
¿esto le gustará a algún nano? A veces hacemos cosas que son
infantiles, pero no pensamos en el niño. Yo por ejemplo no
tengo contacto directo con el niño".
De distinta forma debieron pensar los
encargados de decidir el galardón de Abadía de Montserrat,
al concedérselo por un trabajo en el que Carmela y Montse
han podido expresarse prácticamente con total libertad: "Nos
dijeron: 'haced algo con vuestro estilo, que se adapte a la
edición pero que sea original'. Al final hemos conseguido
romper un poco, como en la portada, que se sale algo de lo
que es el resto de la colección". Un texto mínimo adivinanzas
sobre animales ideadas por el popular cuentacuentos Llorenç
Giménez ha permitido sacar el máximo partido a unos dibujos
en los que los respectivos estilos de las dos ilustradoras
cuatro dibujos cada una y la portada a medias se
funden de una manera perfecta entre ellos y con el texto de
Llorenç.
Curiosamente no conocieron al cuentacuentos
hasta después de la publicación del libro: "En Tàndem nos
dijeron que había visto la maqueta y le había encantado. Al
final le llamaron y vino corriendo para conocernos". Carmela
y Montse están muy contentas en otro apartado importante,
la difusión del libro. La obtención del premio y el hecho
de que Llorenç pueda mover eficazmente la edición entre los
chavales de la Comunidad son dos factores que han resultado
claves en este aspecto.
Es
hora de hablar del futuro. Además de las clases en la academia,
el feeling que ambas han alcanzado con Llorenç podría dar
lugar a nuevas colaboraciones entre los tres: "Llorenç
ya nos ha propuesto algo a partir de un texto, pero ya veremos.
De todas formas, estamos dispuestas a cualquier cosa: ser
estrellas de cine, hacer publicidad, todo lo que venga".
En realidad, las dos se conforman con seguir haciendo ilustración,
aunque no quieren limitarse a la ilustración infantil. Lo
que descartan rotundamente, al menos por ahora, es la autoedición:
"En algunas librerías te dicen: '¿por qué no editais vosotras
mismas?'. Pero tampoco es cuestión de meter ahí el dinero
sin saber si va a funcionar. ¡Además, no tenemos!". En
cuanto al lugar donde finalmente recalarán estos espíritus
inquietos, ni ellas mismas lo tienen claro, dado el cerrado
ambiente editorial que se respira en los Países Bajos y el
no más favorable ambiente que se respira en España. Desde
aquí, desde luego, les deseamos suerte sea cual sea el camino
y el lugar que elijan.
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